
Escribir
una obra narrativa, en cualquier género, que resulte inolvidable para un lector
no es tarea fácil, pero es una meta hacia la que debe correr todo escritor.
¿Por qué?
Pensarás
que para escribir una obra inolvidable necesitas ser un Cortázar o un Gabriel
García Márquez, o en los casos más modernos de nichos actuales una StephenieMeyer o una E.L James. Pues no, tampoco debes ser una J.K Rowling o un Kafka. Sí, sería grandioso que
conocieras sus técnicas, sus hábitos, que imitaras la disciplina con la que se
dedicaron y dedican al oficio.
Todo
eso te ayudaría a escribir mejor, no hay dudas. Sin embargo, existen 5
elementos fundamentales, pueden considerarse generales y universales, que te
llevarán a escribir una obra verdaderamente inolvidable. Si logras dominarlos,
te convertirás en un alquimista de historias, transformando asuntos cotidianos
en narraciones que atraparán la atención de tus lectores y se meterán en sus
subconscientes, haciéndolos vivirlas y llevándolos a querer leer más.
A
continuación los 5 elementos, y al final podrás descargar un obsequio que hemos
preparado para ti:
Si
en principio te parece algo ambiguo, espera, porque este inicio es la base de
las obras trascendentales. A diferencia de la leyenda de la fuente de la juventud,
que Juan Ponce de León escuchó de boca de los indios Caribes y por la cual se
impulsó a sumergirse en ríos,
manantiales, arroyos y pantanos de todo Florida, con la intención de disfrutar
las bondades que jamás encontró, existen escritores que sí han encontrado la
fuente inagotable de las ficciones y han disfrutado de sus bondades.
¿Cuáles
son estas bondades?
Narraciones
sentidas, con alma, trascendentales, universales; historias con las que los
lectores se identifican de tal manera que le hacen eco y la convierten en
Bestsellers, en íconos de alguna región, época o sociedad. La empresa que Juan
Ponce de León inició a sus 40 años, muchos autores la comenzaron mucho más
tarde, y les valió la pena pues lograron consagrarse como escritores
reconocidos.
No
se necesita un apellido atractivo, un seudónimo cautivador o un eslogan de
ventas. Necesitas sumergirte en la fuente de donde emanan las más atractivas
historias, y estas pueden ser las más tristes o alegres, melancólicas o
esperanzadoras, humorísticas o dramáticas, etc., lo importante es que broten de
allí, de ese lugar.
¿Cuál
es la fuente?
La
fuente, la raíz de toda buena historia, es la experiencia del autor. Sí, cuando
anclas tu historia en tu experiencia logras lo que podría decirse vulgarmente:
escribir con las tripas.
Sin
embargo, ¿quiere decir que en una novela de cien o más páginas deberás
transcribir escenas y escenas de tu experiencia? ¡No! Toda gran historia nace
de una semilla de la realidad íntima de su autor, alguna experiencia que le
marcó, una anécdota escuchada que trastocó su alma; una imagen que le conmovió,
o le encendió el furor, una noticia que le impactó de tal forma que le quitó el
sueño durante días, etc.
Esto
no tiene que ver con persuasión en términos de marketing. Sí, el marketing es
importante para el posicionamiento y venta de una obra, pero ese es un tema que
te presentaremos en el post del 16 de junio, bajo la autoría de Johana Calderón.
Aquí con seducción, me refiero estrictamente al oficio literario. Seas hombre o
mujer, como ser humano, tienes cualidades innatas que si logras potenciar,
podrías convertirte en un artista de la seducción.
Si
quieres conseguir un empleo, te vistes para la ocasión, hablas en tu entrevista
con un tono adecuado, formal, combinas el carisma y la seriedad para producir
gestos, etc. Lo mismo aplicas, desde una perspectiva distinta, cuando se trata
de impresionar al chico o la chica de tus sueños, sin importar si eres
adolescente, joven, adulto e incluso anciano, tu forma de hablar cambia cuando
te propones conquistar, también tus gestos, te conviertes en alguien distinto.
Es
la capacidad que tenemos para ejercer roles, para lograr objetivos y tantas
cosas más, podemos transformarnos de acuerdo a la ocasión y todas esas
transformaciones resultan en manifestaciones de nuestra personalidad, en suma
es nuestra identidad.
¿Qué
tiene que ver esto con escribir una obra inolvidable para los lectores?
Mucho,
tiene mucho que ver.
Cada
temática, cada género, cada semilla que va rumbo a la transformación de una
historia, necesita una forma de presentación especial para la ocasión. Necesita
vestirse adecuadamente, de tal forma que su apariencia sea armoniosa con el
objetivo que se quiere lograr, con lo que se cuenta; necesita modular el tono
de su voz, mostrar una gesticulación coherente con lo que dice, con cómo se ve.
¿De qué manera se puede aplicar esto en la obra? La respuesta, aunque sencilla,
debe ser comprendida completamente: lo que se cuenta debe ser creíble para el
lector.
No
te darán un empleo si el empleador no queda convencido de que tienes las
cualidades requeridas para el puesto, así como el chico o la chica de tus
sueños no te dará el “sí” a menos que demuestres que eres la persona que
también ha soñado.
Puedes
escribir de un planeta distinto, con leyes contrarias a la de esta realidad,
con personajes cuya anatomía no tenga asidero en la nuestra; puedes relatar la
idea aparentemente más descabellada del mundo, pero si está enraizada en la
fuente, si proviene de ti, de tu experiencia, y si además logras crear un
contexto en el que los hechos que relatas en las páginas sean lógicos y hasta
deducibles por el lector, entonces felicidades, estarás a un paso de la
trascendencia ante los ojos del lector.
¿Podrías
creer que es posible que un fulano Gregorio Samsa, que no es más que un
empleadito cualquiera, se convierta en una cucaracha? Kafka no solo lo hizo
creíble, convirtió su relato en una obra inolvidable, ¿y de qué artificio se
valió Kafka? Nos hizo identificarnos con el sufrimiento y la angustia del tal
Gregorio Samsa. Y esto nos lleva al siguiente elemento.
Macondo
no existía hasta que Gabriel García Márquez se decidió a crearlo. Pero, ¿fue
creado de la nada? ¡No! Macondo es el conejo escondido en el compartimiento
secreto del sombrero del mago, del artífice, del autor. El mago siempre ha
tenido el sombrero y el conejo, y de alguna forma la audiencia lo intuye, sin
embargo, el espectáculo con el que acompaña la aparición del conejo es lo que
cuenta.
Primero
reconoces tu experiencia como la fuente de una obra inolvidable, identificas
qué es lo que escribirías con tal pasión que cuidarías cada detalle, luego
aplicas el arte de la seducción vistiendo tu historia para la ocasión, después
te tocará armar un espectáculo que impresione a tus lectores, y ese espectáculo
es la aparición de la realidad construida con cada oración, párrafo y página.
Aunque
lo que vas a contar puede ser completamente tuyo, pues surge de ti, y
suponiendo que te decidas por un género en el que sea necesario despegar de la realidad
conocida, siempre podrás atraer al lector si, dentro de tu narración, incluyes
algún artilugio que pueda resultarle familiar, y nada más familiar para todo
ser humano que las emociones y los sentimientos, positivos o negativos.
Sigamos
con el mismo ejemplo de Macondo. Aunque el lugar no existe, fue forjado sobre
la base de Latinoamérica, el autor convirtió en Macondo la forma en la que él
vio y sintió su región en la época en que escribió. El realismo mágico es el
espectáculo brindado mientras el conejo extraído del sombrero, donde ya estaba
Latinoamérica, y tal fue su destreza como prestidigitador que le mereció un
Nobel de la Literatura. Así que mira dentro de ti, extrae la semilla de tu
historia y práctica hasta que puedas hacer aparecer la realidad de tu obra con
la destreza de un mago e impresionar a tus lectores. Para eso, como se ha
dicho, deja que los lectores se identifiquen a través de una emoción, un
sentimiento, un algo tan humano como universal, dentro de tu narración.
Cada
noche el Sultán desposaba una virgen y al día siguiente ordenaba su
decapitación. Tres mil mujeres sufrieron el mismo destino. Pero Scheherazade
decidió poner fin a tan cruel matanza. ¿De qué forma lo hizo? ¿Armó una
rebelión en contra del Sultán? ¿Lo sorprendió una noche y lo asesinó? Pues no,
se valió del recurso que también podría salvarte la vida y convertirte en un
escritor trascendental. Veamos.
La
hija del Gran Visir de Shahriar se ofreció como voluntaria para ser desposada
por el sultán sin temor a morir, pues tenía un plan ya elaborado y un arma preparada:
la narración. Cuando ya estaba en la cámara real con el Sultán, le pidió que le
permitiese despedirse de su hermana, y ella, allí frente al Sultán, le rogó que
le contase una historia, un cuento. Scheherazade inició una narración que
mantuvo al Sultán despierto toda la noche, quien además no ordenó su
decapitación porque ella logró que el amanecer coincidiera con el clímax de su
relato. Así transcurrieron mil y una noches hasta el final, para entonces ya el
Sultán tiene tres hijos con ella y ya no siente inclinación hacia la costumbre
de desposar y decapitar al día siguiente.
Debes
cultivar esa virtud, pues será un elemento que hará inolvidable tu obra. Cada
amanecer de Scheherazade, equivale al comienzo de un capítulo o escena de tu
obra, y cada anochecer al final de cada capítulo o escena. Así como ella, debes
mantener al Sultán, al lector, tan interesado que no te decapite, que no
abandone la lectura al siguiente día, sino que quiera más, y que al final de la
obra haya sufrido alguna transformación, así de sólida debe ser la impresión
que has de causar.
La
pregunta es ¿cómo causar el efecto Scheherazade en tu obra?
La
respuesta es: mudas narrativas. Encerrar una historia dentro de otra, de esa
manera cuando cierras una, culminando un ciclo, el lector todavía tendrá
interés por descubrir el desenlace de otra. Las mudas puedes ser temporales,
espaciales y de nivel de realidad. Es decir, que como narrador puedes meter al
lector dentro del recuerdo de un personaje (temporal), donde hay un conflicto
por resolver; también puedes desviar su atención hacia otro espacio físico,
como otra ciudad, país, etc., dentro de la historia (espacial), donde
transcurre otra acción dependiente de la acción central, y al culminarla el
lector regresa al espacio principal donde transcurre la obra. Además, puede
llevar al lector hacia los laberintos emocionales del personaje, a través del
subconsciente, o hacia sus anhelos (nivel de la realidad). Las mudas narrativas
alejan tu obra de la monotonía, de lo lineal y lo aburrido. Sobre este tema
específico estamos preparando un post que publicaremos próximamente.
De nuevo, no
tiene que ver con marketing. No se trata de un precio accesible para que pueda
ser adquirido, leído y comentado. Me refiero a que economices la narración.
Existe un vicio que es uno de los errores más cometidos por escritores
aficionados, que debes evitar a toda costa, y es el exceso de información
dentro del texto. Para que entiendas este elemento te voy a poner un ejemplo:
“Elena subió
las escaleras, puso su pie izquierdo sobre el primer escalón y rápidamente el
derecho sobre el segundo, repitió la acción trece veces hasta llegar al
siguiente piso. Allí, con una sonrisa irónica, con las manos en los bolsillos
del pantalón y sus ojos fijos en ella, le esperaba Matías. Ella puso su mano
izquierda en la cintura de él, quien correspondió el gesto, con su derecha
acarició su rostro, él cerró sus ojos y lentamente se acercaron sus labios”.
Ahora imagina
que cada párrafo conserve el mismo nivel de descripción, ¿cuántas páginas
pasarán para que suceda algo realmente impactante en la historia? ¿Soportará el
lector la lectura de tanta información que no lleva a ninguna acción memorable?
Todo lo
anterior podría narrarse con sentido de economía, así:
“Elena se
encontró con Matías al final de las escaleras. Allí se abrazaron y con un beso
sellaron el encuentro”.
Ten
sentido de la economía en tu narración, y ofrece a tus lectores más acción.
Esos
son los 5 elementos para escribir una obra inolvidable, y como te he dicho al
principio, el equipo de Luna Azul Ediciones, ha preparado un obsequio para ti,
se trata de una Guía Breve para Crear Historias, escrita por el mexicano Marco
Antonio Meza-Flores, quien es articulista colaborador en nuestra web y editor
de Canah Editorial, en la que encontrarás 5 pasos adicionales que seguramente
te servirán para escribir tu obra.
En
nuestro próximo post, Johana Calderon estará desarrollando el Guest
Posting, no te lo pierdas el viernes 16 de junio.