
En el momento cuando
tomas una decisión de comenzar algo, con una meta fija en tu mente,
visualizada, con la determinación de lograrlo, también aparecen múltiples
opciones para hacer posible lo que te has propuesto. La pregunta es, cuál de
esas opciones es la más conveniente.
Dicen que todos los
caminos conducen a Roma, algunos suelen aconsejar que te dejes llevar por tu
instinto. Pero qué sucede si no sabes identificar tu propio instinto, qué pasa
si no estás acostumbrado a esas circunstancias en las que debes decidir “por
instinto”.
Es por ello que
siempre es conveniente un mapa. Trazar una ruta, planificar, medir
consecuencias antes de dar un paso. A medida que vas avanzando te darás cuenta
que vas afinando tu instinto, es decir, aprendiendo a tomar decisiones
rápidamente y de forma eficaz.
En cuanto al mapa, si
quieres hacer el tuyo propio te invitamos a seguir estos primeros puntos:
Delimita tus
objetivos.
Divídelos en al menos
uno general y tres específicos
Traza un plan para
cumplir cada objetivo específico, el cumplimiento de cada uno te llevará al
general.
Mide constantemente
las consecuencias de tus decisiones, si atentan contra tus objetivos, declina.
En un par de semana,
estaremos explicándote cada uno de estos puntos y más, para que puedas cumplir
lo que has soñado.
Equipo de Luna Azul
Ediciones.