COLUMNA: CREYENDO Y CREANDO
Por Marco Antonio Meza-Flores.
Construir es más complicado que destruir. Estamos acostumbrados
a no crear; nos enseñan desde la primaria a no ser creativos, sino a memorizar,
a no pensar, a no preguntar, a no estar en desacuerdo, y eso nos quita la
creatividad, pues sólo aquellos que ven el mundo, lo ven desde ópticas
múltiples y no sólo desde una visión cerrada y única.
Pero ¿por qué hablo de esto? Es simple, cuando uno realiza un
libro debe pensar en crear algo diferente, sé que se lee extraño, pues “no hay
nada nuevo debajo del sol”, sin embargo, sí podemos crear cosas interesantes
con todo aquello que nos rodea y que vemos a nuestro alrededor.
La creatividad depende de todo aquello que está a nuestro
alcance, desde el viento intocable, los dragones mitológicos, las hadas
imaginarias, hasta la visita a la tiendita de la esquina, todo lo que nos rodea
nos puede dar ideas de qué podemos construir en nuestro libro, sólo basta
observar bien y analizar sin miedos.
De ahí que te plantee la idea de crear sin miedo, porque es más
fácil copiar algún texto y pensar que “nadie se dará cuenta”, pero eso te quita
mucha credibilidad y creatividad que bien puedes usar para realizar lo que
quieres.
Me ha tocado ver escritores que no tienen idea de lo que
escriben, tienen las ganas, pero no el talento y los estudios pues menos, sin
embargo, lo intentan una y otra vez. A muchos de ellos los mando a leer sobre
los temas que quieren desarrollar, que cultiven su mente, que aprendan de
aquellos que ya han hecho algo, que los analicen, que los critiquen, pero que
no los copien, porque eso no les servirá de nada, algunos lo hacen sin chistar,
otros sí se quejan, sin embargo terminan haciéndolo. Los que no lo hacen son
los peores, porque, además de no ser creativos, te culpan a ti de no ayudarlos
a serlo.
El trabajo de escribir debe ser un trabajo que te llene de
satisfacción, pero no por eso deja de ser un trabajo serio y bueno, la
creatividad no está peleada con la disciplina y la sistematización, al
contrario, creo que van muy ligadas, y ambas se enseñan y te enseñan a hacer
mejor las cosas.
Los escritores debemos tener la certeza de que entre más
leemos, más aprendemos a ver aquellas cosas que parecen simples, pero que en
realidad le dan magia a los escritos, porque uno puede describir la plaza en
donde está situada la historia del protagonista; y el lector, a través de su
imaginación, va viendo esa plaza, siente los colores, los aromas, ve las calles
y las direcciones y hasta más de alguno trata de buscarlas en internet o
visitarlas en persona. La creatividad con que tú cuentes las cosas hará que el
lector se enganche y tenga ganas de seguir leyéndote, de ahí que la
construcción se vuelva algo importante e imperativo.
Construye mundos inimaginables y créeme, tendrás las historias
que jamás pensastes que podrías hacer, hazlo, comienza, toma tu lápiz y tu
cuaderno, o tu laptop y comienza a golpetear el teclado… Te aseguro que será
genial.
Pbro. Marco Antonio Meza-Flores